Hay muchas razones por las que los empleados eligen mantener la información sobre los proyectos en los que trabajan oculta a los demás trabajadores, a pesar de que compartirla fortalecería al grupo en su conjunto y beneficiaría a todos los empleados, incluidos ellos mismos. Pueden temer perder su ventaja en la empresa, o que sin un monopolio del conocimiento, serán reemplazables. Puede ser que se sientan frustrados por tener que interrumpir su trabajo para educar a otros, sintiendo que si ellos fueron capaces de aprenderlo por ellos mismos, otros también podrían hacerlo.
Cualquiera que sea la razón, acumular información en una sola persona debilita las empresas. Ocultar información entre trabajadores puede romper la comunicación, limitar el crecimiento e interrumpir la productividad. El trabajo progresa mejor cuando la información fluye libremente. Compartir conocimientos puede conducir a una mayor colaboración e innovación. Por lo tanto, si alguien está ocultando información valiosa al resto, es fundamental que los managers y directores implementen prácticas que promuevan el intercambio regular de conocimientos.
Proporciona razones por las que es necesario
Como ya se mencionó, hay muchos motivos por los que un empleado elige no compartir sus conocimientos, por eso es tan importante dar razones de por qué un empleado debe compartirlo. Saber que hay una razón, especialmente una que aborda su reticencia, contribuye en gran medida a fomentar el intercambio de información.
Cultivar un entorno social colaboración
No es necesario que compartir información sea un proceso formal. A menudo, el mejor intercambio de conocimientos en el trabajo ocurre de manera casual. Tiene lugar cuando las personas se sienten cómodas relajándose unas con otras y discutiendo sus proyectos actuales.
Proporciona espacios sociales en el entorno de la oficina que se presten al intercambio natural de información. Una atractiva estación de café o áreas de asientos informales en varios rincones permiten a los empleados reunirse y compartir conocimientos de manera orgánica.
Incentivar el intercambio de información
Una de las razones por las que muchos empleados no comparten lo que saben es porque tampoco hay incentivos. A lo sumo, a veces se ven obligados a hacerlo por alguien que está más arriba que ellos en la cadena de mando, lo que conduce al resentimiento.
Por esta razón, las empresas deben encontrar formas de fomentar el intercambio de conocimiento mediante incentivos. Estos incentivos pueden tomar la forma de una pequeña bonificación por participar en un programa de mentores o incluso beneficios “de oficina”, como una plaza de parking reservada si es el “mejor participante del mes”, comidas pagadas por la empresa durante una semana… Encuentra formas de ofrecer un refuerzo positivo y resalta los resultados positivos del intercambio de conocimientos, haciendo que sea más atractivo hablar que callar.
Hazlo un requisito en la escala de promociones
En cuanto a los incentivos, una forma poderosa de hacer que el intercambio sea parte de la cultura de la empresa es vincular el intercambio de conocimientos con la promoción dentro de la empresa. Hacer que la mentorización a otros empleados u otras iniciativas de intercambio de conocimientos sean requisitos obligatorios para optar a puestos superiores en la compañía podría generar más participación y entusiasmo por compartir la información.
Acaba con los tiempos muertos
Muchos empleados solo se oponen al intercambio de conocimientos porque reduce su valioso tiempo de trabajo. No les importa dar información, siempre y cuando no pierdan el tiempo que podría utilizarse para sus tareas.
Esta reticencia se puede contrarrestar incorporando el intercambio de conocimientos como parte de la jornada laboral. Parte de los resúmenes del proyecto podría ser compartir lo que se aprendió de los éxitos o fracasos, y las reuniones semanales podrían comenzar con una ronda de conclusiones rápidas aprendidas durante los últimos siete días.
Alternativamente, los empleados podrían tener la tarea de compartir informes periódicos que podrían publicarse en una base de datos de conocimientos de la empresa. Esto permite que cualquiera pueda acceder al conocimiento de los empleados sin tener que molestarlos más adelante.
Da ejemplo
Finalmente, los líderes de la empresa deben dar ejemplo, una cosa es decirle a los empleados que colaboren; otra es participar activamente en el proceso. La gerencia debe tomar nota y modelar las prácticas de intercambio de conocimientos que quieren que los empleados adopten.