Luz Rodríguez, de formación Doctora en Ingeniería Química, dejó un día su vida en la multinacional en la que trabajaba para dedicarse a la que siempre ha sido su vocación: el diseño creativo de joyas bajo su propia marca de joyería sostenible de fabricación 100% española, Luz de Nehca.
Esta marca nace del deseo de cambiar el mundo de la joyería para hacerla más sostenible, dejar de contaminar el medioambiente y dejar de perjudicar a la gente que trabaja en la minas. Luz de Nehca, es un marca de joyería sostenible, única, diferente. Sus colecciones están hechas con metales certificados por la alianza de minería responsable FAIRMINED y cuidan cada detalle para que su producción sea sostenible en todos sus sentidos. Sin duda, una marca comprometida con el cuidado del medioambiente y los seres vivos.
¿Qué hizo que te decidieras a emprender?
A mí siempre me ha gustado el mundo del arte, del diseño, del dibujo, y quería estudiar Bellas Artes, pero era muy buena en ciencias y mis padres querían que estudiarse algo de provecho. Así que terminé estudiado Ingeniería Química en Alemania y me saqué el doctorado hasta que me di cuenta de que realmente eso no era lo que yo quería, porque yo soy mucho más creativa y necesito mucha más creatividad en mi vida.
Así me saqué la formación de joyería para dedicarme al mundo de la joya mientras trabajaba en una empresa, Saint Gobain, como la Directora de Proyectos a nivel internacional. Como lo que más me gustaba era el diseño, me dedicaba a diseñar los parabrisas de los coches y llegué a tener siete patentes de coches como el Citroen Z4, que tiene un techo panorámico. Pero ya no me llenaba y decidí que quería dejar ese trabajo para dedicarme a un trabajo mucho más creativo.
¿Cómo se te ocurrió la idea para poner en marcha tu empresa?
Vengo de una familia con una conciencia bastante ecológica y sostenible, y siempre pensé en crear mi propia marca. Al principio pensaba que sería de moda y antes de irme a estudiar a Alemania me formé como Patronista, pero en la carrera y el doctorado, donde cursé estudios sobre metalurgia, descubrí que la industria joyera era la más contaminante que había para el medio ambiente y para las personas, así que decidí formarme en joyería y crear una marca de joyas sostenibles.
¿Hiciste un plan de empresa antes de empezar o te formaste de alguna forma?
Yo tenía ya mi formación en Química y mi formación en joyería, además sabía que era buena en ello porque ya me había presentado y ganado a dos concursos internacionales de diseño de joyas, barriendo a mis competidores, de tal modo que el tercer año ya no me dejaron participar. Es en ese momento cuando creé la marca.
¿Contaste con algún apoyo personal o profesional?
Profesional no, porque no vengo de familia de joyería ni conocía a nadie que fuera joyero, y personal menos, porque “estaba haciendo una locura”. Trabajaba en Saint Gobain, de Directora de Proyectos Internacional, controlando todas las fábricas dedicadas al diseño y construcción de parabrisas desde Japón a Brasil, tenía una buena posición, viajaba mucho, con muchísimos contactos y mucha vida social, y claro, dejarlo todo para empezar de cero en un mundo que ni siquiera conocía… Nadie lo entendía.
¿Contaste con algún tipo de financiación?
Fue todo financiación propia porque claro, como sabía que no quería volver a Saint Gobain, lo que hice fue aprovechar mi baja maternal (en Alemania teníamos 3 años de excedencia y te seguían pagando mientras estabas de baja maternal) para montar mi negocio y también fue en ese momento cuando me saque la formación de joyería.
De ahí que fuera autofinanciado al vender mis patentes y reinvertirlo en mi negocio.
¿Qué es lo que más te costó al arrancar tu proyecto?
Lo que más me costó fue que yo no sabía cómo podía mostrar mi trabajo al público, es decir, no tenía experiencia en páginas web. Contraté a una agencia para que desarrollara mi tienda online y me engañaron porque no la orientaron a SEO, pagué 6000€ para nada.
Fueron muchos fallos debidos a la falta de experiencia que tenía en aquel momento, la web, las redes sociales… Yo no soy una persona cotilla, no me gusta el postureo, todo lo que he hecho en mis redes sociales lo he hecho porque me hacía ilusión a mí, porque me gustaba a mí, y en ese sentido tenía un handicap porque no sabía cómo promocionar mi marca, quería enseñar mis joyas pero no mostrarme yo… No entendía por qué tenía que salir yo si lo que estaba vendiendo eran las joyas, no a mi misma. Esas son las principales barreras que tuve que ir saltando.
¿Cuentas con algún empleado o colaborador?
Sí, ahora mismo estoy ampliando el negocio. Tengo empleados a nivel de joyería: un joyero, un grabador, un fundidor y de chapado, y ahora también tengo una persona que me ayuda preparando el calendario editorial y otra persona que nos ayuda con los textos (una copy). Son colaboradores freelance y me ayudan por proyecto
¿Qué rasgos buscas en un profesional a la hora de hacer contrataciones?
Sobre todo que vaya en coherencia con mi forma de pensar y de ver la vida, es decir, yo no quiero una persona de negocio que solamente se interese en vender y esté todo el día calculando los beneficios, yo quiero personas a mi lado a las que les guste el arte y el trabajo que están haciendo, que lo disfruten, que no importe tanto si el margen es unas veces más pequeño y otras veces más grande, unas veces ganamos y otras perdemos, pero que no se pierda la ilusión del por qué estás haciendo joyas. Si el foco está puesto solamente en ganar dinero, malo.
¿En qué medida los buenos profesionales que has contratado han sido decisivos en el éxito de la empresa?
El apoyo que he recibido por parte de estos profesionales ha sido clave, vamos creciendo porque todos colaboramos y nos vamos picando unos con otros, “oye vamos a hacer esto, ahora vamos a probar esto otro, Luz te has dado cuenta que ahora se lleva…”. Vamos todos en el mismo barco, yo no soy la única que gana y los beneficios se reparten, al calcular los precios intentamos que para todos sea justo, desde el fundidor hasta el comprador, y eso está muy bien porque se trabaja muy tranquilo. Cuando trabajas con profesionales que tienen la sensación de que están mal pagados y que solamente estás ganando tu, dejan el trabajo de lado, te dicen que no han tenido tiempo, o que están malos… pero cuando ellos ven que ganan igual que yo pues entonces sí funciona porque se crea una comunidad.
¿Crees que existe una fórmula objetiva que permita a cualquier empresario alcanzar el éxito?
Sí, y esa fórmula es alejarte del resultado, no hacer las cosas solo por dinero. Cuando te alejas del resultado viene el beneficio.
¿Qué cultura corporativa has desarrollado en tu empresa? ¿Qué motivos te llevaron a optar por esta orientación de tu negocio?
Remar todos a una y que todos tengamos la misma jerarquía. Yo soy la voz cantante, la que pone las ideas y la que los tiene motivados, pero ellos se sienten a mí misma altura, no como trabajadores míos si no trabajando conmigo.
Opté por esta orientación simplemente porque yo soy así, no soy una persona ambiciosa, no me gusta engañar a nadie para favorecerme yo, no soy de estar siempre en el centro de atención. A mi lado quiero gente humilde, artesanos normales que disfrutan de su trabajo, que valoran mucho su tiempo, de la dedicación que le ponen a lo que hacen. A mí me gusta mucho más eso que el postureo, el yo,yo yo, el mira cuánto he facturado, mira qué bien sé hacerlo… eso no lo he hecho yo nunca, ni de pequeña, cuando realmente los profesores querían saltarme de clase. Nunca lo he hecho, nunca me he sentido más que nadie.
Sin embargo, hoy en día parece que es lo que más funciona, parece que la gente que más éxito tiene es la que está ahí contando su vida.
Yo creo que eso también ha cambiado ya, ahora la gente se fija más e intenta evitar a esas personas. Al final de ahí salió el concepto vendehumos. Tanto yo,yo,yo y luego te acercas, rascas y detrás no hay nada. Todo esto está cambiando, también lo noto con la empresa, cada vez viene más gente a comprar que se preocupa por los valores detrás de la marca y lo que representan. Cuando yo digo “sí, yo soy ingeniero químico”, la gente se sorprende porque ven que hay un proceso y unos conocimientos detrás, no como otras marcas conocidas que traen todos sus productos de China, los venden aquí y ni siquiera han trabajado nunca un anillo.
De cara a crear una buena cartera de clientes, ¿qué estrategia recomiendas adoptar?
Centrarme en el producto, que sea sostenible, y la transparencia, que es fundamental.
Si una persona aspirara a encabezar un proyecto similar al que tu has puesto en marcha, ¿qué tres consejos le darías?
Primero, que busque a una persona en la que pueda confiar para que sea su mentora, debe ser una persona que tenga experiencia, que haya pasado por el camino que el emprendedor va a recorrer. En mi caso he cometido muchos fallos, siempre digo que si hubiese tenido un mentor, alguien que me hubiese orientado “mira una marca de joyería en el mercado se crea así, así y así, necesitas contratar a esta persona”, alguien que me recomendara programadores y otros perfiles, gente de confianza…
Segundo, tener mucha paciencia, esto no es algo que vaya a funcionar de hoy a mañana, a no ser que tengas mucho dinero, inviertas en publicidad y las campañas funcionen fenomenal, o te unas a algunos influencers. La clave es tener paciencia, mucha paciencia.
La tercera es que lo hagan por pasión y no por dinero.
¿Cómo es un día en tu vida?
La verdad es que no conozco el aburrimiento, no tengo tiempos muertos porque siempre me gusta estar creando cosas nuevas, me inspiro cuando salgo a pasear por la naturaleza, siempre estoy ideando cosas creativas.
Me levanto sobre las 6:30h de la mañana, me ducho, me arreglo como si fuera a salir a la calle aunque trabaje en el taller, desayuno ligero y me pongo a crear y a trabajar. Luego, paso tiempo con mis hijos, sobre todo con la pequeña que tiene 9 meses, que es súper divertida. Siempre estamos haciendo algo creativo, por ejemplo dibujando (todos tienen caballetes para dibujar), mi hijo mayor de diez años está escribiendo un libro, a la mediana le encanta dibujar, mezclar colores y quiere ser diseñadora de joyas…
Unos días a la semana doy clases de matemáticas, física y química en el Colegio Alemán, y he trabajado hasta hace poco como mentora en la segunda edición del programa Más Negocio. También soy mentora de otras empresarias en varios grupos.
Un día en mi vida es un día muy activo porque no paro ni un momento, siempre estoy ideando y haciendo cosas nuevas, pero sobre todo divirtiéndome, porque son las cosas que me gustan.
¿Cuáles son tus aficiones y cómo gestionas el tiempo libre?
Hago yoga online en lo que podríamos considerar mi tiempo libre, pero yo no soy una persona que se quede quieta. Para mí el tiempo libre es aquel en el que no haces nada, y yo siempre estoy haciendo algo, ya sea yoga, leer o jugar con los niños. No veo mucho la televisión pero sí me gusta la radio, los podcast, me gusta estar actualizada en el campo del emprendimiento, de nuevas ideas, nuevas líneas de negocio… Soy una persona que siempre tiene que estar haciendo varias cosas, me gusta mucho el patchwork por ejemplo.
¿Ha afectado de alguna manera el desarrollo de tu negocio a tu vida familiar?
Al principio sí, porque pasas muchas horas trabajando y todo en la empresa pasaba por mis manos, ahora mucho menos porque tengo más cosas delegadas. Pero sí es verdad que la joyería no es un trabajo de 8 horas, máxime cuando eres la cabeza pensante y la que ejecuta el trabajo. No es como cuando trabajas por cuenta ajena, que finaliza tu jornada laboral y no te vuelves a acordar hasta el día siguiente. Aquí siempre quieres un poquito más, siempre estás probando cosas nuevas a ver si funcionan, con ideas nuevas.
¿Qué es lo que más te motiva para continuar?
Me motiva el saber que es muy necesario que las joyas que creamos estén libres de sufrimiento y de contaminación. Es decir, crear a través de una cosa tan bonita y de tanto valor (porque ya el propio material – el oro y la plata – son de gran valor), añadirle belleza al crear la pieza y, además, poner nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor
¿Hay algún libro que te haya servido de inspiración?
Me gusta bastante el libro “Viento del este, viento del oeste“, trata de la comparación entre los países asiáticos y los americanos, reflexiona sobre cómo hay muchas cosas de ambas partes que vemos como diferencias cuando en realidad son lo mismo. Eso es lo que yo he hecho a través de las joyas, por eso las mías son atemporales, son diseños que que vienen bien a todo el mundo, siempre he pretendido unificar conceptos, que no haya tanta separación de creencias cuando realmente somos pesonas iguales. Ese libro sí que me llamó mucho la atención.
Los libros que yo leo normalmente son libros de autoconocimiento, de emprendimiento, de psicología… es más complicado elegir uno concreto porque tengo un montón de libros, yo soy de las que leen pintando y siempre subrayo el libro, además cada uno de los colores tiene un significado determinado.
¿Qué palabra definiría mejor toda tu actividad como empresaria?
Humildad, aunque parezca una paradoja ya que la joyería es normalmente bastante ostentosa, pero yo intento trasladarla siempre a la humildad, a que hable de ti, de tu personalidad, a que no tengamos que escondernos detrás de una fachada, que la joya te represente.
¿Qué es lo que más te gusta de ser empresaria?
Lo que más me gusta es que yo soy la responsable de mis actos. Si me equivoco, pues me equivoco para mí y si gano, gano para mí, yo tengo el control de mi vida. No me gusta nada trabajar para otros teniendo que hacer las cosas como ellos piensan cuando veo que realmente no son acertadas.
Mucho menos cuando yo estoy segura de que la solución no es la que marcan. Yo soy una persona súper observadora y muy prudente, no digo las cosas a no ser que tenga la certeza de que son así (de ahí que soy científica), no hasta que las tengo bien contrastadas, es entonces cuando yo digo mi verdad. Si no, la estudio 20 veces hasta que estoy segura. Porque las cosas no son lo que tú creas, es lo que yo he investigado, es lo que yo he vivido, es lo que yo he escuchado, lo que he observado. Si me obligan a hacer cosas que yo no quiero hacer, que no van con mi filosofía o con mi forma de trabajar, a mí eso me pone muy triste.
Sé perfectamente que, por ejemplo en el colegio, no soy libre de hacer las cosas como quiero al 100%, pero yo soy la responsable de mis alumnos y nadie te dice como tienes que dar las clases porque cada maestrillo tiene su librillo, pero ya tengo bien claro que no voy a trabajar para nadie más si no casa conmigo, con mis valores y con mi personalidad.
Si echas la vista atrás, ¿cuál ha sido el episodio más gratificante que has vivido como empresaria?
Posiblemente cuando han venido a comprar joyas famosas como Laura Sánchez, Maribel Verdú o Cristina Rodríguez, o cuando me han pedido joyas para que salgan en una película (por ejemplo mis joyas aparecieron en la película No le digas al karma lo que te ocurre por gilipollas ). Esos momentos fueron bastante bonitos, porque que vengan a ti siendo una empresa pequeñita… fueron momentos increíbles.
¿Podrías darme una definición de lo que entiendes por éxito?
Para mí el éxito es estar en paz conmigo misma y ser fiel a mí misma. Me siento súper afortunada porque soy feliz con lo que tengo, con lo que hago y cómo lo hago, no envidio nada ni a nadie, no quiero más, voy consiguiendo cosas poco a poco yme voy alegrando de ellas, pero no hay nada que anhele, ni vivo soñando con cosas que me gustaría tener. Sí es verdad que tengo un objetivo marcado y lucho por llegar a él, pero no son cosas grandes, yo soy sencilla en ese sentido, no he necesitado marcas para vestir, no he necesitado tantas cosas superficiales… Para mí eso es tener éxito, porque el éxito profesional va unido al personal, y yo personalmente me siento muy afortunada y con mucho éxito en la vida: quería tener tres hijos, los tengo. Es que hasta la configuración que yo quería: un niño y dos niñas. Para mí es un gran éxito, aunque mi cuenta bancaria tiene lo suficiente para que si tuviera que cerrar la empresa vivir 6 meses.
¿Has tenido que renunciar a algo para alcanzar el éxito en tu carrera?
Quizá le he tenido que robar más tiempo a mi familia o, por ejemplo, si no quería perder ese tiempo con ellos me lo he quitado de dormir y he dicho, venga, me voy a la cama dos horas más tarde, que no pasa nada. Quizá cosas así, pero no una renuncia grande de la que yo diga, es que tengo que renunciar a esto para tener lo otro, no, nunca lo hubiera hecho porque el hecho de poder arrepentirme o que no me hubiese merecido la pena me hubiese dolido más. Siempre he intentado mantener el equilibrio.
¿Tienes algún temor como empresaria?
No, nunca me imagino el plan B. Siempre, hasta el día de hoy (toco madera), sigo el plan A, estoy tan convencida de que funciona que nunca se ha dado el caso de necesitar una alternativa.
Piensa un momento en los errores que más hayas lamentado a lo largo de los años: si tuvieras que escoger uno especialmente negativo, ¿cuál sería?
Para mí uno de mis mayores errores ha sido siempre pensar que todo el mundo tiene la misma buena fé que yo, que la gente es buena y que no me engañarían porque es algo que yo nunca haría, ¿cómo voy a engañar yo a alguien y le voy a robar su dinero mintiéndole? Por ser de esta forma me han pasado muchas cosas feas.
Basándote en lo anterior, ¿cómo crees que podrías haberlos prevenido?
El problema es que no lo voy a poder prevenir nunca porque no tengo esa maldad, no me puedo poner en esa situación.
Si volvieras a empezar de cero, ¿seguirías el mismo camino o cambiarías algo que hiciste?
Seguiría el mismo camino pero de la mano de una mentora. Una persona de confianza o alguien que sepa los obstáculos que yo tengo, por ejemplo me cuesta decir que no, me da siempre lástima de la otra persona y si puedo ayudarles, ¿por qué no hacerlo?. Muchas veces me ha llamado gente que yo no conocía para encargarme una joya o pedirme que les enviara una joya porque les corría prisa, el típico “ay, es que es el cumpleaños de mi madre, por favor puedes mandarnos esto, te hago una transferencia, mándalo ya...”, Les he enviado el producto y luego nunca me han pagado.
Esas cosas me ha pasado más veces porque decía, bueno, porque esa persona lo haya hecho mal no significa que esta nueva persona también vaya mentir. A lo mejor si en estos casos en los que la gente me contacta con otras intenciones tuviese alguien que me indicara “no, eso lo decides tu” o “esto así, no, tú te dedicas a, no pongas tu buena fé al mando del negocio porque no todo el mundo lo merece”… Y luego por mi forma de ser me da pena, no tengo esa malas intenciones y no me puedo volver mala o con malos pensamientos porque es que mi cabeza no llega a ese alcance, tampoco me gusta envenenarme.
¿Dónde ves a tu empresa dentro de 3, 5 y 10 años? ¿Y a ti?
Yo a mi empresa quiero ver la verla a pie de calle, con taller y joyería juntos, con mucha gente trabajando en ella porque mi objetivo es que la joyería sostenible esté representada en todos los joyeros de las personas de España y del mundo, femeninas o masculinas, que quieran llevarlo. Ya no solamente mi marca, si no que forme parte de nuestro estilo de vida el lucir joyas sostenibles, joyas que no contaminan, joyas que han sido extraídas de la tierra de forma correcta. Después de ser una de las primeras joyerías atersanales y sostenibles en España, me gustaría que fuese la primera marca en la que la gente pensara cuando hablaran de joyería ética y sostenible.
¿Podrías darme alguna recomendación para los nuevos emprendedores?
Una recomendación sería que antes de lanzarse al mercado validen su idea, que tengan clientes y que hayan visto que los ingresos son suficientes como para poder vivir de ello, que no dejen un trabajo que ya tienen a las primeras de cambio para empezar una cosa desde cero que todavía no saben si funciona, ya que les va a dar muchos dolores de cabeza y al final la frustración va a ser muy grande…
Otro consejo es que trabajen en el equilibrio corazón y cabeza, que sigan su pasión y lo que les dice su corazón, pero que no se olviden que esto va a ser un trabajo duro y que tienen que tener la cabeza muy bien amueblada para resistir a todos los golpes.
Si tuvieras que completar esta entrevista, ¿qué pregunta te gustaría que te hubiera hecho?
Por ejemplo, si quiero que mi empresa se convierta en un icono en la joyería sostenible.
Vamos con ella, ¿quieres que tu empresa se convierta en un icono en la joyería sostenible?
Sí, quiero que al igual que cuando se habla de joyería todo el mundo piensa en Tiffany o Chopard, me gustaría que Luz de Nehca esté a la misma altura para las nuevas generaciones que consumirán de forma consciente y sostenible. Me gustaría ser el lujo de la joyería sostenible.
1 Comentario
Muy interesante leer esta entrevista, porque dice las cosas como son, la realidad de lo difícil que es ser emprendedora y Empresaria siendo a la vez madre, un verdadero orgullo conocerla y tenerla de mentora porque transmite humildad y confianza. Enhorabuena Beatriz por escribir y transmitir estos mensajes de mujeres con mucho valor.