En la actualidad, el 42,4% de las pequeñas empresas españolas son creadas por mujeres. Si bien esta estadística es un hito excelente para las mujeres con mentalidad empresarial, la historia detrás de este número revela algunas verdades sorprendentes.
Según un artículo de Inc. del 2018, la razón del aumento casi exponencial de las empresas propiedad de mujeres está relacionada con muchas de las luchas a las que se enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo. El artículo destaca un informe de 2017 que reveló que las mujeres están participando en un “emprendimiento por necesidad”.
Por lo general, esto significaría que alguien inicia un negocio para abordar una necesidad económica. Sin embargo, en este caso, muchas mujeres se están convirtiendo en propietarias de empresas por razones no económicas, como la discriminación de género en el lugar de trabajo, el deseo de una mayor autonomía, un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal y la crianza de los hijos.
Desafortunadamente, muchas mujeres se están moviendo hacia el espíritu empresarial porque sienten que no tienen otra opción y, al mismo tiempo, estas personas también se enfrentan a luchas únicas como empresarios. Si bien las mujeres pueden encontrar una mayor flexibilidad y autonomía fuera del lugar de trabajo, aún pueden encontrar obstáculos que impiden su progreso. A continuación veremos algunos de los problemas más comunes que experimentan las mujeres emprendedoras y las estrategias para superarlos.
Falta de mentoría
Los mentores son fundamentales para el desarrollo profesional. No solo ofrecen sabiduría y conocimiento, sino que también pueden conectar a los aprendices con personas influyentes en su red. Ambas características pueden ser increíblemente valiosas para una mujer propietaria de un negocio.
Desafortunadamente, muchas mujeres nunca han tenido un mentor. Según un estudio de Development Dimensions International (DDI), una firma consultora global de recursos humanos, el 63% de su grupo de mujeres empresarias de 318 encuestados nunca había tenido un mentor.
Cómo superar esto: si todavía estás buscando un mentor, echa un vistazo a los grupos de afinidad empresarial basados en mujeres o incluso a las asociaciones empresariales de tu ciudad. Muchos ofrecen programas de tutoría que pueden conectarlo con mentores. Además, las redes de amistades y exalumnos son fundamentales. Un “amigo de un amigo” puede conocer a alguien que pueda desempeñar el papel de mentor.
Y si quieres que te ayude, acabo de abrir un nuevo programa de Mentorías Personalizadas donde puedo guiarte para organizar y aportar claridad a tu negocio. Puedes ver más información aquí.
Hacer malabares entre los negocios y la vida familiar
A pesar de que las mujeres están asumiendo carreras y horarios de trabajo casi a la par con los hombres, la mayoría todavía se encarga de más tareas domésticas y actividades como la crianza de los hijos que los hombres. Esta práctica puede hacer que la gestión diaria de una empresa, con todo lo que supone, sea casi imposible. La vida puede ser bastante más desafiante para una mujer que además es la única figura paternal en el hogar.
Cómo superar esto: el enfoque para gestionar las obligaciones familiares y las demandas empresariales puede variar según las necesidades individuales. Sin embargo, un buen punto de partida es tomarse un día para ver dónde se ocupa la mayor parte del tiempo. Pasar una semana observando los días más ocupados, los horarios de los hijos y el tiempo necesario para las tareas del hogar.
Luego se puede comenzar a ver dónde se puede optimizar el tiempo y dónde están las áreas problemáticas. Las tareas domésticas o los mandados no atendidos pueden restar productividad. Por lo tanto, delegar esas las tareas a la pareja o a los hijos mayores puede ser una solución, y quizá buscar dónde obtener ayuda adicional si es necesario.
Falta de acceso a financiación
Un artículo de Business Insider France reveló que, en promedio, las inversiones en empresas fundadas por mujeres rondaban los 935.000 €, mientras que las inversiones para los hombres eran de 2,1M €. Existe una gran brecha en la financiación de inversiones y capitalistas de riesgo para mujeres emprendedoras.
Sin embargo, el mismo artículo mostró que por cada euro de financiación, las startups fundadas por mujeres generaban 78 céntimos, mientras que los hombres solo ganaban 31 céntimos. Desafortunadamente, las mujeres están luchando contra un problema de percepción de género con respecto a la inversión empresarial.
Cómo superar esto: muchas mujeres inversoras (escasas pero las hay) se han dado cuenta de esta brecha de financiación y han desarrollado empresas para financiar a mujeres empresarias. Hay una variedad de empresas de capital de riesgo femeninas que han surgido durante la última década.
Comprueba si hay alguna de estas empresas en tu área. También hay recursos como el Instituto de la Mujer, microcréditos y préstamos del Ministerio de Igualdad, IPYME o ENISA, o los préstamos ICO. Además, asegúrate de crear relaciones con posibles inversores investigando y asistiendo a concursos, presentaciones a inversores y eventos de aceleración de negocios en tu área, ya que muchos VCs deberían estar presentes.
Reconocimiento del valor que aporta
Un profesor de psicología social en NYU pidió a 64 mujeres y 68 hombres que redactaran un ensayo sobre la compra de ordenadores. Cuando se les preguntó a ambos grupos cuánto pagarían a alguien por realizar esa misma compra, las mujeres se pagaron a sí mismas un 18% menos que los hombres a pesar de que un panel de personas independientes que habían sido contratados para equilibrar el estudio consideraron que su trabajo era igual y deberían cobrar lo mismo. Por lo general, las mujeres subestiman sus habilidades y servicios en comparación con los hombres. Este estudio se traslada fácilmente a los negocios, ya que es más probable que las mujeres subestimen sus precios. Esta actividad puede dificultar que las mujeres se beneficien de su empresa.
Cómo superar esto: observa tus habilidades y los servicios que ofreces, y empieza a investigar qué cobra la competencia y cuáles son los costes típicos de los servicios que ofreces. Este proceso te permite tener la confianza necesaria para pedir lo que vales. Además, confía en el hecho de que conoces tu negocio mejor que nadie. Si has realizado el trabajo, aprendido sobre tu industria e invertido en tu aprendizaje, entonces debes sentirte preparada para hablar con clientes e inversores.
El espíritu empresarial femenino va en aumento. Sin embargo, las mujeres aún emprenden un negocio por necesidad. Además de esto, muchas están descubriendo que se enfrentan a luchas únicas que los empresarios masculinos pueden no encontrar.
Si bien estas dificultades estarán ahí siempre, la buena noticia es que hay medidas que las mujeres pueden tomar para abordar estos problemas. Es de esperar que, a medida que más mujeres se adentren en el espíritu empresarial, muchas de las luchas anteriores se convertirán en problemas más manejables o incluso inexistentes.