Algunos de nosotros nos damos cuenta de que queremos ser nuestro propio jefe en el momento en que nos hacemos la pregunta: “¿qué quiero ser de mayor?” Otros de nosotros tropezamos con el espíritu empresarial a través de cambios de carrera, cambios en el empleo y el azar. Sin embargo, independientemente del campo o la industria, todo negocio de éxito comienza con una gran idea. Puede cambiar a medida que avanzamos en el proceso de convertir esa idea en realidad, pero el núcleo de cualquier esfuerzo es el pensamiento que tuvimos en la primera idea.
Una gran idea de negocio es eso que te mantiene despierto por la noche mientras elaboras una estrategia, o te da el valor para establecer contactos y buscar fondos suficientes para llevarla a cabo. Sin embargo, sigue siendo solo el primer paso en su camino hacia el éxito empresarial. Cada mes, se establecen más de 540.000 empresas y cada una de ellas comenzó tan solo como una idea. Sin embargo, su éxito depende de los pasos que se tomen después de ella. Por lo tanto, si tienes una excelente idea de negocio, sigue leyendo para conocer los pasos que puedes seguir para convertirla en un negocio viable.
Pregúntate “por qué”
Antes de redactar un plan de negocio o comenzar a investigar los tipos de empresa que existen, determina si tu idea satisface una necesidad. ¿Tu idea resuelve un problema? ¿Ayudará a tu posible cliente? Básicamente, pregúntate “por qué” tu producto o servicio debe existir. ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Puedes determinar si tendrá algún valor en el mundo real para tu audiencia? Hacerte esta simple pregunta te permitirá responder muchas cosas a la vez. Le dará a tu negocio una visión y un propósito más profundos al mismo tiempo que te proporcionará una idea temprana de quién es tu público objetivo. Como dijo el famoso Simon Sinek, “comienza con el por qué”.
Descubre el “Quién”
Una vez que sepas por qué estás haciendo esto, comienza hacerte preguntas que den forma a tu audiencia. ¿Quién se beneficiará más de lo que ofreces? Puedes hacer esto investigando qué clientes interactúan con tus competidores potenciales, realizando estudios de mercado, enviando encuestas e incluso creando algunos productos o servicios de prueba para probar con clientes potenciales. Antes de saltar al mundo del espíritu empresarial, debes saber a quién te estás dirigiendo para poder crear mensajes que atraigan directamente a esas personas.
Descubre lo que te diferencia y capitalízalo
Para tener un verdadero éxito, debes comprender quiénes son tus competidores. ¿Sus ofertas son las mismas que las tuyas o son diferentes de alguna manera? ¿Qué tipo de marca tienen? ¿Cómo empaquetan y entregan su producto o servicio? Finalmente, ¿cómo te diferenciarás? Para comprender realmente dónde encajas, debes estudiar la competencia. Empieza a descubrir cómo puedes hacerte un hueco y sacarle provecho. Debes comenzar a definir tu propia oferta, marca y voz general de la empresa, y echar un vistazo a la competencia puede ayudarte a empezar.
Realiza un análisis DAFO
Pedir inversión, apoyo o un cofundador va a ser una gran parte de tus tareas como fundador. Sin embargo, antes de convencer a alguien de que crea en tu idea, debes tener pruebas que apunten a que esta idea puede tener un éxito potencial. Una de las mejores herramientas que puedes utilizar para que los demás entiendan los planes que tienes para gestionar el éxito y los riesgos potenciales de tu idea es un análisis DAFO. DAFO significa “Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas”. Cada uno de ellos te permite pensar en cómo estos conceptos se relacionan con tu idea de negocio. Las fortalezas y las oportunidades te hacen reconocer por qué tu idea puede valerse por sí misma y cómo puedes aprovechar las oportunidades que presenta la industria. Las debilidades y amenazas te ayudan a pensar detenidamente en los riesgos y problemas que puedes enfrentar y cómo abordarlos de manera adecuada. Un análisis DAFO es una herramienta excelente para preparar un plan de negocios y al mismo tiempo ver si tu idea es viable.
Comienza a planificar cómo implementarás la idea
Ahora es el momento de ponerse práctico. ¿Cuánto va a costar tu producto o servicio? ¿Cómo entregarás los materiales a tus clientes? ¿Necesitas una tienda física o simplemente una tienda online? ¿Cuánto capital inicial necesitas? Es hora de comenzar a pensar en los pasos reales que deberás tomar para implementar tu idea. ¿Cuál es tu línea de tiempo? ¿Cuándo te reunirás con los inversores? Estas son las cosas en las que debes comenzar a pensar a medida que comienzas a desarrollar un plan de negocios y un cronograma de lanzamiento. Tómate todo el tiempo que puedas para pensar en todas las necesidades a la hora de llevar tu idea desde la fase de lluvia de ideas hasta el lanzamiento.
Todo el mundo tiene ideas y sueños. Sin embargo, se necesita una persona decidida para transformarlos del pensamiento abstracto en un producto terminado. El lanzamiento de un negocio no ocurre de la noche a la mañana, y es cierto que el 50% de las empresas fracasan en los dos primeros años. Sin embargo, al examinar cuidadosamente tus ideas y planificar tus fortalezas y debilidades, puedes asegurarte de que tu esfuerzo tenga mayores posibilidades de éxito a largo plazo.
Y si aun así no sabes por dónde empezar, ¡no te preocupes! Emprender no es fácil pero es posible, para ello necesitas conocerte en profundidad, aterrizar y definir tu idea de negocio, formarte, ser ágil y validar cuanto antes la idea con el cliente y aplicar acción, se necesita mucho trabajo para conseguir resultados.
Apúntate a “Aterriza tu Idea de Negocio” y te ayudaré asesorándote para que puedas identificar los elementos más valiosos e ideas de tu futuro negocio para poder definir la más potente para validarla y consolidarla en el mercado. Al finalizar nuestra sesión, tendrás claridad de los elementos que se requieren para saltar del paso de tener una idea a iniciar un proyecto y ser un futuro empresario.